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Historia de un plano secuencia

Os presentamos un trabajo de producción videoclips en Barcelona para Lalú Lala, también conocido como Lalu. Se trata de un proyecto de muy bajo coste realizado sin prácticamente presupuesto con la ayuda y colaboración de un equipo de profesionales. Se trata de una producción de MODE, realizada y producida por Georgie Uris.

Es un proyecto atrevido, que entraña un cúmulo difícilmente calculable de posibles contratiempos debido a su naturaleza. Es una filmación en directo de un único tema musical grabado en un plano secuencia. Esto significaba que la cámara no deja de grabar desde el principio de la filmación hasta el final, impidiendo además mezclar imágenes de otras tomas como es habitual en un videoclip.

Además la captación del sonido también es un directo lo cual nos dio verdaderos quebraderos de cabeza en nuestro intento de minimizar el sonido de las olas del mar y de la gente presente esas dos noches de rodaje en la playa de la Barceloneta. El sonido directo corrió a cargo de Martin Styblo quien utilizó 3 micrófonos para la captación sonora, estando uno de esos micrófonos escondido debajo del tupé de la cantante Tamara Loos.

A los problemas sonoros provocados por el mar, los borrachos y otros curiosos que se acercaban se le sumó una colección de contratiempos  visuales como la limitada disponibilidad horaria de la playa con luna, ya que a partir de las 2 de la mañana el excelentísimos Ayuntamiento de Barcelona, desplegaba su camiones y empleados de limpieza para evacuar a todos los allí presentes. La luna  y las nubes  también nos dieron algún problema serio. Ya que era importante para el director contar con el reflejo de la luna sobre el mar para utilizar sus destellos desenfocados como fondo, efecto que por la presencia temporal de nubes hacía poco viable la grabación. Dispusimos de un limitadísimo equipo de iluminación  para la filmación consistente en un led, que proporcionaba la luz principal para la artista y dos antorchas. La luz principal hubo de mantenerse a niveles muy bajos para no llamar la atención de la patrulla local de Policía lo cual nos obligaba a trabajar con ISOS muy altos.

La aportación de las dos antorchas sin embargo cubrieron un papel muy importante ambientando la orilla del mar y dando un relieve sobre el pelo de la artista. La coreografía de cámara diseñada para el video incluía algún zoom in y zoom out lo cual era un suicidio teniendo en cuenta que se debía realizar simultáneamente con el movimiento de cámara y las correcciones de lentes, sin asistente de cámara, ni “follow focus”.  A pesar de los dos días de filmación y largos preparativos solo se pudieron realizar entorno a 10 tomas de la canción de la que se sacó la final.

El resultado importa pero la experiencia es un tesoro.

Esperamos que este sea el comienzo de una larga amistad con los planos secuencia.

 

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