Algunos proyectos nos retan, nos motivan, nos derrotan, nos amenazan con echarnos a un lado y te llevan a un punto donde debes tener las ideas claras.
Personalmente no creo en ningún proyecto del que me pueda haber arrepentido de fracasar, si lo hice siguiendo la convicción que me llevo a aceptar el reto.
“Die Insel”, era un video promocional, de bajo presupuesto que estaba llamada a ser un proyecto sin pena ni Gloria, un video mas para nuestra corta Carrera, sin embargo la ambición me pudo y quiso convertir este proyecto en algo ilusionante. De ahí surgió una idea para filmar algo romántico, en una situación extrema, contada de una forma intense. Se cambio la propuesta de video trailer del cliente por el de una pequeña micro historia que intentase transmitir el tema principal del libro.
La Autora acepto pero la editorial marco un presupuesto de salida ya muy bajo que obligada a trabajar en unas situaciones con muy poco margen y buscando ya vías alternativas desde un principio. EL presupuesto no alcanzaba ni siquiera para pagar una carcasa adecuada para la cámara.
Era una coproducción con LF quien proporcionó el cliente, y el ansia de agradar en el cliente, nos acabo suponiendo ofrecerles un making of gratis.
El rodaje fué una de las peores pesadillas que he vivido en un set.
Disponía de cuatro horas en una piscina, donde no había probado nunca a filmar con aquella cámara, con aquella luz, con los actores. Eran cuatro horas para prepara el set, ensayar con los actores, montar equipo, y filmar todas las tomas del guión, con el único apoyo de un buzo que velaba por la seguridad de todos y asistía en algunos momentos para combatir la gravedad debajo del agua.
Encuadrar primeros planos debajo del agua no es fácil, los cuerpos se mueven, no hay referencia en el espacio ( el fondo era oscuro), el cámara flota, y todos manteníamos la respiración para que aquello saliese.
Al acabar aquella Carrera de obstáculos, cuatro horas mas tarde, solo había podido completar la mitad de los planos, y sin embargo sabia que no había parado de correr, algo que fue fácil comprobar al ver la mala calidad de los planos obtenidos.
Inmediatamente admite el rodaje como una derrota que era una misión imposible. Llego la jornada de reflexión para mi equipo, porque para mi no había de vuelta, aquello se filmaba o se filmaba, independientemente de la rentabilidad económica del proyecto, ya que ya daba por ello que cubriría con mis beneficios todo el sobrecoste de una segunda jornada de filmación en cualquier otra piscina.
El problema es que ahora el tiempo y la fecha de entra era un problema añadido, ya que nos vencía el plazo de entrega para una presentación en apenas unos días.
No quería volver a pasar por lo mismo, y en un principio me negué a admitir otro rodaje de similares condiciones horarias. Necesitaba al menos dos horas más para poder respirar durante el rodaje, aun sin parar de correr. No las tuve.
Al final acabamos sintiéndonos afortunados porque nos volvieran a dejar filmar en aquella piscina y yo no estaba seguro sí debía aceptar el reto tan peligroso de enfrentarme otra vez a un rodaje con la mitad de horas necesarias.
No quiero que la gente piense que exagero al describir la dinámica de rodaje. Desde que entramos en la piscina, no hubo un momento de 10 segundos donde pudiera sentarme o pararme a pensar. La realización y el trabajo de cámara tenía que venir echo de casa. Me sentía como en un concurso de la tele. Los actores, trabajaban como atletas que combinaban el esfuerzo físico con la involucración emocional que habíamos pactado días antes en una reunión en el estudio.
Lo hicieron muy bien y se entregaron totalmente, al igual que todo el mundo que se metió en aquella piscina conmigo.
Gracias a mi amigo Alam, aquello se documentó, en el “making of” que aquí os dejo.
Ya para no aburrir, diré que se acabó mi tiempo, mientras seguía todavía filmando el ultimo plano, esperando a que el encargado de la piscina viniera a sacarme, con los actores fuera del agua ya cambiándose para salir de las instalaciones, ya cerradas incluso al personal.
Me fui serio, un preocupado pero no me sentía abatido. El primer visionado del material a la mañana siguiente lo confirmo . La historia podía gustar o no, pero al menos la podría intentar contar.
Todo lo que puedo decir de este proyecto, es que ha sido duro, pero ha marcado un antes y un después, porque en el se fué un pequeño pedazo de culo.
En nuestra web podéis ver el director cut. Aquí os dejo el “making of”.
Making of Die Insel_Subtitulos en español. from MODE on Vimeo.
Podíamos fallar, pero abandonar no estaba permitido, no cuando la involucración en el proyecto transciende lo profesional.
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